lunes, 28 de junio de 2010

¿Con o sin palabras?


Hay amantes para todos los gustos. Los calladitos, los gritones, los lascivos... hay de todo.

Y pensando en lo que pueden o no pueden decir estando en la cama, es evidente que cada cual tiene sus preferencias. Hay algunos que prefieren total silencio, como si no hubiese nadie en el cuarto. Otros gritan escandalosamente, seguramente pensando en todas esas películas porno que vieron para satisfacer ese deseo carnal estando solos en sus camitas. También están los que solo lanzan gemidos cortos, pausados. Y también existen personas a las que les nace decir suciedades o hablar sin parar. Cada uno hace lo que se le antoje… solo que, a veces, lo que hacemos no gusta a los demás.

Para la mayoría, el sexo es un lenguaje exclusivamente físico y se creen que eso... solamente actuación. Es decir, se creen que las palabras pueden frenar la pasión, el encanto o desaparecer el "mood". Al pensar así, se empiezan a utilizar otros sentidos como fuente de placer: la vista, el tacto… pero se olvidan que el oído es parte de los sentidos. Se que en una pareja que lleva años les sobra las palabras y saben lo que le gusta al otro. (en la mayoría de los casos porque hay veces que ni saben en realidad lo que le gusta al otro) En el caso de que nos encontramos con un amante desconocido, a veces conversar un poco puede ayudar a romper el hielo, a dirigirlo donde exactamente nos gusta o hasta quitar los nervios.

En ocaciones un insulto, una palabra brusca puede estimular tanto al que la dice como al que la recibe. En este juego del sexo es muy importante la imaginación que todos llevamos a cuesta. Siempre he dicho que la mente es bien poderosa!

Si no te gusta mucho la brutalidad pues trata las palabras acarameladas y románticas. Jugar con la mente mientras se esta en la cama es divino. Dile al oído lo mucho que lo deseas, susurrale lo mucho que te gusta como te lo hace. Estimula ese sentido de la audición y veras un cambio drástico.

En el sexo, como en la vida, debemos aprender a intuir lo que el otro prefiere. Y si no se puede, mejor romper el silencio y preguntar. Mejor prevenir antes de que tu amante huya despavorido y no regrese.

1 comentario:

  1. Ya veo como la creatividad va fluyendo y toda esa imaginación crece y se plasma en este maravilloso espacio.

    Haré un link desde mi Balcón para esos lectores que quieran leer cositas más picantes! Un beso grande!

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