martes, 13 de julio de 2010

En el Taxi... (3ra parte)


Wow, que sito espectacular. El “hotel” no tenia ningún nombre en la parte de afuera. Solo dos letras grabadas en el cristal de las monumentales puertas oscuras de la entrada.

-¿C.L? ¿Qué significaría eso?- pensé. Rápido mi mente comenzó a maquinar palabras con esas iniciales.

La recepción estaba de película. Estaba anonadada con tanto lujo y detalles únicos. Jamás había entrado a un sitio tan exuberante como ese.

Al pasar por las enormes puertas en cristal un piso en mármol rojo, negro y blanco me daba la bienvenida. Dos enormes columnas descansaban en las esquinas del mismo medio del gran salón. Eran columnas en mármol talladas a mano de hermosas figuras de mujeres y hombres. Una larga alfombra roja te llevaba a una gran escalera dorada.
El ambiente era cálido, oscuro y seductor. Adornado con grandes esculturas y pinturas de desnudos. Lujosos y colosales candelabros en cristal colgaban del impresionante techo pintado con figuras y símbolos sexuales.
El color rojo predominaba en la decoración.
La música y las luces estaban acorde con el ambiente.
El aroma era divino. Velas, incienso, aceites, infusores… toda la combinación de olores que estimulaba el espíritu pasional de la carne, de la lujuria, del sexo.

En la parte derecha podías divisar una gran barra con todos los vinos y licores imaginables. Las copas colgaban del techo y los asientos eran esculturas de mujeres desnudas en diferentes posiciones. A la izquierda tenia como una pequeña sala con asientos estilo europeos en color rojo y negro. La mesa del medio era una fabulosa escultura de una pareja haciendo el amor. La mujer sentada encima del hombre y con las manos extendidas hacia arriba aguantaba el gran cristal que edificaba la mesa.
Sin números de jarrones en cristal transparentes que en vez de flores tenían pétalos de rosas color rojos y blancos. Y otros jarrones en rojo que tenían frondosos bouquet de rosas negras.
Al compás de la música bailaban chicas con vestimenta de belly dancers y otras con baby dolls y lingerie muy exóticos.

Me quede en el medio de aquel gran salón dando vueltas en el mismo sitio viendo todo ese ambiente exótico y lujurioso.

Bajaban y subían por las escaleras doradas parejas de todas clases, mujeres solas y hombres solos. Todos elegantes, todas hermosas, todos guapos, todos interesantes.

Pero, ¿en dónde carajos estaba yo metida?

No sé cuanto estuve parada en el mismo medio del salón asombrada con todo lo que mis ojos estaban mirando. Jamás había oído y menos pensaba que existía un lugar así.

La chica al verme congelada me agarro de la mano.

-“Ven no te quedes ahí te voy a dar un tour por la Casa de la Lujuria. “-

¿Casa de la Lujuria? C.L. Las iniciales de la entrada!

Primero cerré los ojos y estaba tratando de recordar como llegamos hasta aquí. Ellos me estaban hablando y yo tan entretenida que ni siquiera me di cuenta. Se que dimos muchas vueltas para llegar…pero, ¿que hago yo aquí?!!
Los dos me sonrieron al unísono y se miraron a los ojos. Sé que se estaban comunicando, hablando sin palabras.

-“No te preocupes que nada malo te va a pasar. Abre todos tus sentidos y déjate llevar”-

¿Cómo puedo dejarme llevar si son extraños para mi? ¿Como abriré mis sentidos si ni siquiera se que me pueda pasar? Por mi mente estaba pasando tantas cosas. Rápido comencé a crear una película de terror, de asesinatos, de horror de… Ya basta!

Ellos se ven interesantes y el sitio es puro lujo. ¿Que me puede pasar? Déjate llevar…

Nos acercamos a una gran recepción. La mujer que nos atendió estaba con un exuberante traje rojo. El escote le llegaba mas abajo del ombligo y el pelo largo negro recogido en un elegante peinado de noche. Saludó a la pareja como si frecuentaran el lugar todos los días. Le entregó una tarjeta y caminamos hacia la gran escalera dorada.

Llegamos al segundo piso. Me quede perpleja con todo lo que mis ojos estaban viendo. Los ascensores quedaban de frente pero si mirabas a la derecha y a la izquierda era un gran pasillo. Había cubículos todos con diferentes articulos, objetos y accesorios.

Me acerqué a uno de ellos y todo era vestuarios en cuero, vestimenta en latex, antifaces, plumas negras, cadenas, esposas, grilletes, globos de caucho, chalecos de diversas texturas, tacones de aguja… podía adivinar que todo era para un ambiente fetichista.

El siguiente cubículo todo era juguetes sexuales imaginables e inimaginables. Muñecas de plástico para el y también muñecos para ella, vibradores, lubricantes, juguetes para el y para ella, películas, todo lo necesario para la excitación. Asombrada con todo, jamás pensé que todo lo que estaba delante de mi podía estar en un solo lugar.

-“¿Deseas adquirir algo antes de tomar el ascensor?”-

¿Adquirir algo? Por mi me lo llevo todo. Ya ese deseo e instinto que tenia bien adentro guardado estaba saliendo. Ese animal pasional y sensual estaba por escapar de su guarida. Me estaba transformando, ya dejaba de ser yo para ser comida de animales salvajes sin escrúpulos. ¿Y sabes que? No me estaba importando. Quería descubrir que había en los siguientes pisos y que me aguardaba esta travesía inesperada.




**Continuara...








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