viernes, 2 de julio de 2010

Placer en ti



Bajo esta sábana de placer pienso en ti y en tus besos tibios y mojados como lluvia al atardecer. Solo tengo que cerrar los ojos y recordar el dulce néctar de tus labios que me da vida de pasión, vida de querer estar a tu lado. Disfrutar esos momentos, deleitarme de tu cuerpo.

Necesito de tu aroma para llenarme de vida y continuar mi día tan energizante y vigorozo como el estar a tu lado. Jengibre y canela. Vainilla y lavanda. Café y miel. Tus besos son popurrí de sabores para mi boca, para mi ser.

Cuando te veo solo quiero lanzarme sobre ti y besarte lentamente hasta poder succionar cada suspiro. Poder unirme en un solo cuerpo, en una sola alma. Besarte sin pensar en el mundo. Solo tu y yo existimos y controlamos nuestros cuerpos, nuestros deseos.

Lentamente acariciarte y descubrir cada rincón de tu cuerpo. Recorrer con mi lengua sitios que no han sido explorados, encontrados. Sentir como tu cuerpo tiembla y me pide más. Los dos juntos, tibios, mojados, exitados, jadeando de sed, de locura pasional.

El tiempo se detiene solo para dejarnos fusionarnos en uno solo. El tiempo se detiene para que disfrutemos cada pedazo de piel desnuda, sin temores, sin pudor. Nada ni nadie nos detiene. Aceleramos nuestra respiración.

Gemidos, quejidos de pasión, de placer... transportación a nuestra lujuria pasional.






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